martes, 29 de agosto de 2017

COMPARTIR O COMPETIR





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DECISIÓN Y TRABAJO EN EQUIPO



DECISIÓN Y TRABAJO EN EQUIPO

DECISION Y TRABAJO EN EQUIPO- LIZBETH RAMIREZ MUÑOZ

DEFINICION DE EMOCION:

Una emoción es un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva  al ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen innato, influidos por la experiencia.
En el ser humano la experiencia de una emoción generalmente involucra un conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos para valorar una situación concreta y, por tanto, influyen en el modo en el que se percibe dicha situación. Cada individuo experimenta una emoción de forma partículas, dependiendo de sus experiencias anteriores, aprendizaje, carácter y de la situación concreta.

LOS 6 TIPOS DE EMOCIONES

  •  MIEDO: Anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad, incertidumbre, inseguridad.
  • SORPRESA: Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria. Puede dar una aproximación cognitiva para saber qué pasa.
  •  AVERSIÓN: Disgusto, asco, solemos alejarnos del objeto que nos produce aversión.
  •  IRA: Rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad.
  • ALEGRÍA: Diversión, euforia, gratificación, contentos, da una sensación de bienestar, de seguridad.
  • TRISTEZA: Pena, soledad, pesimismo.
Si tenemos en cuenta esta finalidad adaptativa de las emociones, podríamos decir que tienen deferentes funciones. 
  •    MIEDO: Tendemos hacia la protección.
  •   SORPRESA: Ayuda a orientarnos frente a la nueva situación.
  •  AVERSIÓN: Nos produce rechazo hacia aquello que tenemos delante.
  • IRA: Nos induce hacia la destrucción.
  •  ALEGRÍA: Nos induce hacia la reproducción (deseamos reproducir aquel suceso que nos hace sentir bien).
  •   TRISTEZA: Nos motiva hacia una nueva reintegración personal.
Las expresiones faciales también afectan a la persona que nos está mirando alterando su conducta. Si observamos a alguien que llora nosotros nos ponemos tristes o serios e incluso podemos llegar a llorar como esa persona. Por otro lado, se suelen identificar bastante bien la ira, la alegría y la tristeza de las personas que observamos. Pero se identifican peor el miedo, la sorpresa y la aversión.

¿QUE ES LO QUE NOS PRODUCE EL MIENDO A NIVEL FISIOLOGICO?

Cuando nos encontramos ante un estímulo que nos provoca miedo o temor, nuestro cuerpo reacciona activándose, de manera que estemos a punto para cualquier reacción de lucha o huida que sea preciso a fin de protegernos, ya que nuestro impulso más básico es el de la supervivencia.
La activación se produce de la siguiente manera:
·         El lóbulo frontal de la corteza cerebral por la acción del hipotálamo activa la glándula suprarrenal.
·         La glándula suprarrenal descarga adrenalina.
·         Las pupilas se dilatan
·         El tórax se ensancha
·         El corazón se dilata, aumenta la provisión de sangre.
·         Se produce un aumento de la tensión arterial.
·         Los músculos se contraen.
·         El hígado libera glucosa, el combustible de los músculos.
·         La piel palidece.
·         Los bronquios se dilatan para aumentar el volumen de oxígeno.
·         En casos extremos la vejiga urinaria se vaciará.

¿QUE ES LA INTELIGENCIA EMOCIONAL?
Se trata de conectar las emociones con uno mismo, saber que es lo que siento, poder verme a mi y verme a mi y ver a los demás de forma positiva y objetiva. La inteligencia emocional es la capacidad de interactuar con el mundo de forma receptiva y adecuada.

Características básicas y propias de la persona emocionalmente inteligente:
  • Poseer suficiente grado de autoestima.
  • Ser personas positivas
  • Saber dar y recibir
  • Empatía (entender los sentimientos de los otros)
  • Reconocer los propios sentimientos
  • Ser capaz de expresar los sentimientos positivos como los negativos
  • Ser capaz también de controlar estos sentimientos
  • Motivación, ilusión, interés
  • Tener valores alternativos
  • Superación de las dificultades y de las frustraciones
  • Encontrar equilibrio entre exigencia y tolerancia.

MAPA MENTAL











IDEAS PRINCIPALES DE INTELIGENCIA EMOCIONAL


La inteligencia emocional es aquella parte de nuestra conciencia encargada de demostrar nuestras emociones y ayudarnos a definirlas, la inteligencia emocional nos ayuda a adaptarnos a nuestro entorno, una parte de estas son las habilidades sociales esta en un punto de comportamientos y creencias el cual esta relacionados con los tipos sociales. Nosotros movemos tres tipos diferentes: el pasivo, son las personas que suelen poner a los demás por delante de si mismo, les cuesta decir no y social mente tienen buena critica. También esta el tipo agresivo son los que se ven por delante de los demás, son muy agresivos cuando se expresan, y por supuesto el estilo asertivo, estos están en termino medio. El pasivo asertivo se caracteriza por ser las personas que lanzan la piedra y esconden la mano, estos son mas malos que los agresivos. todos tenemos derecho a cambiar de opinión y tener una mejor autoestima, así vamos a poder resolver los problemas a los que nos enfrentamos.



REMOLINO DE EMOCIONES
















































jueves, 24 de agosto de 2017

COMPONENTES DE MICROSOFT DIAPOSITIVAS

COMPARTIR O COMPETIR


COMPARTIR O COMPETIR
Valentina Saldarriaga Echavarría
  
Podría parecer que los términos compartir y competir fueran excluyentes el uno del otro, pero la realidad nos demuestra que esto no es así.
Competir es algo innato que se presentan en la mayoría de las personas; educar a las personas en estos hábitos los llevará a tener ciertos valores, alcanzar sus metas y lograr objetivos.
Para ser competitivos hay que trabajar la excelencia en la disciplina del equipo, requiere desarrollar competencias y capacidades como la paciencia, persistencia, planificación, presión y otras emociones.
Compartir, en cambio, también puede tener una vertiente negativa.
Compartir algunas veces nos lleva a tener actitudes negativas y no progresar personalmente, también el compartir llevará a que las personas sean dependientes.
Tras compartir mucho con una persona empezaremos a sentir que tenemos una necesidad y cada vez acudiremos más a ella.
Compartir supone partir de un grado de autonomía previamente saber detectar necesidades y qué hacer para solucionarlas.
Se compara el compartir y el competir.
Uno parte de ver a una persona como algo bueno y el otro como un enemigo.
Ejemplo: Compartir algo con otros nos hace sentir muy bien, quizá no siempre a corto plazo, pero sí con el tiempo, ya que las relaciones se equilibran y tienden a crecer cuando se comparte.
En el ámbito de las organizaciones, son frecuentes las negociaciones.
Es importante saber que al ganar mutuamente es lo mejor que solo perder uno mismo.
Tienes dos dulces y quieres comer otra cosa, tú negocias y si a la persona le gusta, ganan los dos.
Las dos características que definen nuestro entorno económico actual son la incertidumbre y la complejidad.
Son como dos virus que nos paralizan.
La capacidad de adaptación, el poder afrontar la complejidad y aplicar una forma de trabajo más inteligente es la clave para conseguir organizaciones adaptables al entorno.
Tener personas capaces de adaptarse y se creativas llevará a que las empresas sean algo más atractivo y productivo.
Muchas veces, el liderazgo
marca de forma importante el modelo de comportamiento de una organización.
Es difícil encontrar una persona con un liderazgo compartido y que tengan un gran agrado a las personas.
Ejemplo: todos los miembros del equipo tienen capacidades distintas que pueden hacer de ellos mejores, todos deben tener liderazgo, así podrán trabajar de forma equitativa y sin ningún problema.
¿Por qué el liderazgo compartido?
Nada es suficientemente completo como para dominar todo el entorno. La suma de estas habilidades y capacidades que están en diferentes personas, si las saben compartir, permiten desarrollar un enfoque más adaptado al entorno y mejorar la capacidad de competir.
Una no es suficiente para liderar un entorno donde no pueda llevar acabo sus objetivos personales y no motive a las personas.
Según mi experiencia, para lograr esta armonía en una organización, hay seis aspectos que hay que potenciar
Enseñar y aprender a vivir la vida con responsabilidad, energía y entusiasmo, ayudar y potenciar a las personas a llevar una vida más interesante cooperando, siendo positivos, disciplinados, teniendo un gran sentido del humor y teniendo una organización del tiempo excelente.
Al aprender a optimizar e utilizar el tiempo es indispensable para empezar a llevar una vida bien planteada con todo el entusiasmo y la energía sin dejar a un lado la familia y el humor.



martes, 22 de agosto de 2017

DECISIÓNES Y TRABAJO EN EQUIPO

 DECISIÓN Y TRABAJO EN EQUIPO
EMOCIONES
Las emociones son reacciones que todos experimentamos: alegría, tristeza, miedo, ira… Son conocidas por todos nosotros pero no por ello dejan de tener complejidad. Aunque todos hemos sentido la ansiedad o el nerviosismo, no todos somos conscientes de que un mal manejo de estas emociones puede acarrear un bloqueo o incluso la enfermedad.
Estas son algunas de las situaciones y reacciones fácilmente identificables que se producen habitualmente en los seres humanos:
  • Temor a perder la vida o amenaza de un resultado negativo. Reaccionamos luchando, huyendo, manteniendo la situación de alerta o paralizándonos.
  • Confrontación de intereses son nuestros semejantes. Reaccionamos con ira o enojo.
  • Pérdida de un ser querido. Reaccionamos con tristeza y empatizamos con las personas que nos apoyan.
  • Celebración de un éxito o enamoramiento. Reaccionamos con exaltación.
  • Esfuerzo ante un desafío. Reaccionamos con satisfacción y alegría.
  • Ante personas que necesitan nuestra ayuda. Reaccionamos de manera rápida y altruista aún a riesgo de nuestra seguridad.
En todos los casos estas reacciones nos ayudan a afrontar mejor esas situaciones.
Para explicar más profundamente los cambios que experimentamos, vamos a centrarnos en el miedo que por ejemplo sentimos ante una situación de peligro en la que puede estar en juego nuestra propia vida.
A nivel cognitivo, es decir, en lo que concierte a nuestra capacidad de comprensión, juicio, memorización y razonamiento, el miedo puede hacernos perder la capacidad de controlar nuestra conducta haciendo que reaccionemos de manera similar a otras especies menos evolucionadas como los reptiles. Es decir, reaccionaremos tratando de decidir si tenemos más posibilidades de sobrevivir luchando, huyendo o quedándonos paralizados. Esta manera de reaccionar, este “programa”, reside en la amígdala, en la parte más profunda de nuestro cerebro. En este órgano “emocional” no tenemos conciencia ni capacidad de decisión y además en él quedan registrados los sucesos que hemos vivido y las sensaciones que hemos percibido lo que hace que no nos olvidemos de lo que nos ha pasado y tratemos de evitarlo en un futuro.
En lo que se refiere al nivel fisiológico y dependiendo de la conducta que vayamos a desarrollar ante la situación, se activarán una serie de respuestas procedentes de diferentes sistemas: tensión muscular, presión arterial, ritmo respiratorio, temperatura periférica, sequedad en la boca etc. que nos prepararán de diferente manera según la respuesta.
A nivel subjetivo, es decir, dependiendo totalmente del individuo, experimentaremos una serie de sensaciones físicas, intensas, desagradables y descontroladas que junto con los cambios cognitivos y algunos pensamientos sobre el peligro y sus consecuencias harán que tengamos una experiencia de terror única e imborrable.
Ya hemos analizado cada una de las tres respuestas que se producen. La suma de todas ellas es lo que provocará nuestro comportamiento, ya sea lucha, huida o paralización, en las mejores condiciones para salvar la vida e intentar no volver a vernos en una situación similar de peligro.
Por otra parte, hay reacciones emocionales que se producen ante situaciones que no hemos vivido todavía, es decir, cuando las anticipamos o las imaginamos. Un claro ejemplo es lo que sentimos cuando vemos alguna escena en alguna película, leemos algún texto o recordamos o pensamos en algún suceso.
El tono hedónico, es decir, el placer que experimentamos o la sensación agradable o desagradable son “la sal de la vida”. Es algo esencial para la memoria, para la toma de decisiones, para nuestros juicios y razonamientos, para nuestra conducta, nuestras relaciones sociales y nuestro bienestar ya que:
  • Las experiencias emocionales son las más valoradas. Como curiosidad, existen más de 15.000 palabras en inglés para definir estados emocionales.
  • Los recuerdos que conservamos son mayoritariamente emocionales.
  • Necesitamos tensión emocional para decidir.
  • Decidimos muchas veces de manera emocional.
  • Las emociones nos preparan, nos motivan y nos guían.
Hay otra serie de términos y conceptos muy relacionados con este tema como por ejemplo, los sentimientos. Éstos son más duraderos que las emociones, que son temporales y están más vinculados a la reflexión. No suelen estar relacionados con sensaciones físicas intensas, son más suaves y no ponen en marcha comportamientos de manera inmediata. Para comprenderlo mejor, podemos hablar de la reacción emocional de miedo ante una serpiente que hemos visto en el campo mientras que hablaríamos de sentimiento de miedo hacia las serpientes, algo más general y no vinculado a una situación determinada.
Otro concepto es el estado de ánimo. Un sinónimo podría ser la “vivencia emocional” y como los sentimientos, suele ser más intenso y más prolongado que la emoción. Suele usarse mucho la expresión, al hablar de una persona que tras una pérdida importante se encuentra deprimido y tiene episodios frecuentes de tristeza. El estado de ánimo contrario sería el alegre.
El término afectividad englobaría todos los anteriores, incluidas las emociones, y es el término más genérico de todos.
Finalmente, hay que distinguir entre un estado emocional y una característica inherente a un individuo. No es lo mismo estar nervioso o ansioso por el examen que vamos a tener hoy que ser nervioso. El primer caso es una situación temporal que finaliza cuando lo hace el examen y sin embargo en el segundo, hablamos de un rasgo de la personalidad que acompaña al individuo en diferentes situaciones y a lo largo de su vida.

TIPOS DE EMOCIONES


Los diferentes tipos de emociones y sentimientos que experimentamos los seres humanos han sido agrupados por la psicología en dos grandes bloques. Los criterios para construir estas categorías fueron el momento temporal en la vida del individuo, donde por primera vez se puede observar la expresión de cada tipo de emoción. Muchas de ellas están presentes desde el mismo nacimiento y son compartidas con los demás seres vivos. Las otras son consecuencia de la socialización.
EMOCIONES BÁSICAS, PRIMARIAS O INNATAS:
  • Ira
  • Asco
  • Miedo
  • Alegría
  • Tristeza
EMOCIONES SECUNDARIAS, SOCIALES O APRENDIDAS SON:
  • Culpa
  • Vergüenza
  • Orgullo
  • Celos
Otra forma, más subjetiva, de agrupar los diferentes tipos de emociones se ha basado en la sensación de agrado/desagrado que producen y en el tipo de reacción que desencadenan. Desde este criterio, hablamos de emociones positivas y emociones negativas. Las primeras, como la alegría, generan conductas de aproximación, mientras que las segundas, como la ira, produce distanciamiento y rechazo.
Esta última clasificación se usa menos, debido a que el criterio positivo-negativo puede implica un juicio de valor y no tiene en cuenta el contexto donde la emoción se desarrolla. La alegría, por ejemplo, puede estar desautorizada y provocar rechazo en personas que pertenecen a familias con una historia donde hubo que soportar mucho sufrimiento. La ira, por otra parte, puede ser considerada una expresión adecuada en situaciones donde la dignidad se encuentra amenazada. Dependiendo de cada situación, las mismas emociones y sentimientos pueden ser considerados apropiados o inadecuados. No representa lo mismo reír en un funeral que en una fiesta.

IRA
La ira es una de las emociones consideradas primarias, debido a que su manifestación puede observarse en los seres humanos desde el mismo momento de su nacimiento, sin que haya existido un aprendizaje previo.
La ira ha sido mal considerada y poco comprendida, de manera que algunos teóricos la han incluido en la categoría de “emociones negativas”, pero para entenderla es importante fijarse en las funciones que cumple. Vamos a enumerar algunas:
                      FUNCIONES DE LA IRA
  • Proporciona energía para la acción: existen diferentes obstáculos en la vida que se interponen entre nosotros y nuestros más lícitos deseos. Algunos son externos a nosotros, como las dificultades en el desarrollo de nuestras tareas y objetivos, y otros son internos, como los miedos irracionales y paralizantes, o la dificultad para confiar en las propias capacidades. En cualquier caso, la ira nos hace apretar los puños y tirar hacia adelante
  • Señala la injusticia: La rabia puede ser un elemento decisivo cuando nos encontramos con individuos perversos que despliegan comportamientos de abuso, manipulación o invasión,  ya que motiva la auto-defensa y la protección propia y ajena
  • Ayuda en las fases del duelo: la ira funciona como los jugos gástricos del espíritu que sirven para descomponer en trozos una realidad indigerible, por lo que se la considera la cuarta fase en los procesos para elaborar el duelo tras una pérdida personal
  • Abre los ojos a la realidad: solo después de apretar los dientes somos capaces de descubrir las cosas que “no nos queríamos creer” en referencia a una situación o a ciertas características poco deseables de aquellas personas que nos rodean
  • Señala una herida: Surge cuando la persona se ha sentido lesionada en su autoestima. Es la emoción que nos anuncia la necesidad de poner un límite a la conducta irrespetuosa del otro que supone una falta ética
  • Tiene una función comunicativa: nos avisa de qué comportamiento es el adecuado y cuál es la distancia que debemos mantener cuando el otro no está en espíritu de contacto.
Introyectos psicológicos
MANEJO DE LA IRA
La ira supone un problema cuando lleva a la persona a realizar conductas inapropiadas y/o desproporcionadas. Tal vez no podemos elegir cómo nos sentimos, pero sí qué hacemos con los que sentimos. Existen personas muy pacíficas con una gran facilidad para enfadarse y otras, aparentemente tranquilas, que realizan conductas agresivas (verbales, gestuales, físicas) casi sin darse cuenta.
Dentro del manejo y la expresión de la ira podemos observar diferentes mecanismos:
  • Ira inconsciente: existen personas que no son conscientes de su ira pero que los demás sí lo son de sus consecuencias. Estas personas se suelen sorprender cuando alguien describe los sentimientos que producen sus actos, sus gestos o sus palabras, y llegan a negar su intención de dañar al otro quitando importancia al hecho con frases como; “era solo una broma”, “te tomas las cosas demasiado en serio”
  • Ira desplazada: se trata de un mecanismo que consiste en coger el enfado en un contexto y descargarlo en otro diferente, desplazando la agresividad contra personas que nada tuvieron que ver con el motivo del enfado, como sucede cuando alguien, por no dar un grito a tiempo, se lo da luego a los hijos en casa.
  • Ira contra uno mismo: este estilo de gestionar la ira suele cursar con sentimientos de culpa, aunque también puede estar relacionado con el rechazo identificativo con las primeras figuras de referencia
  • Ira defensiva: las personas que presentan un estado permanente de tensión y rigidez suelen tener mucha ira guardada, que a veces viene de lejos en su historia o que sirve para defender una identidad demasiado frágil o escasamente construida. Un ejemplo lo representan las personalidades paranoides y narcisistas, siempre dispuestas a emprender un ataque antes de que el otro se adelante o cuando alguien se acerca demasiado con la tentativa de construir una intimidad.
  • Ira oral: es la reacción exagerada ante la más mínima frustración cuando el otro no cumple las elevadas expectativas y la sobre-exigencia requerida. Se trata de la típica pataleta infantil que suele acarrear mucho sufrimiento cuando se extiende en el tiempo más allá de los cuatro años de edad.
Los diferentes estilos de gestión de la propia ira han dado lugar a varios estudios en psicología y se han vinculado al desarrollo de trastornos orgánicos (enfermedades coronarias, hipertensión) en aquellas personas que contienen la ira hacia dentro sin conseguir canalizarla de forma saludable (Suls, Wan y Costa, 1995) y psicológicos, como el trastorno paranoide y límite de la personalidad.
En resumen, la ira puede llevar a conductas que preserven la dignidad y la libertad de la persona o lesionar las relaciones con las que esta se vincula. Insistimos; el problema no son nuestros sentimientos sino nuestros actos

 ASCO
asco
 El Ascoes considerado una emoción básica e innata (como el miedo o la ira) que aparece en el ser humano desde el momento de nacer, sin necesidad de aprendizaje. Su principal función es la de movilizar conductas de rechazo ante estímulos corrosivos, tanto para la salud física como para la psicológica.
Es asco no sólo surge ante elementos que contiene sustancias nocivas y contaminantes para el organismo, también se despierta cuando algo amenaza el bienestar psicológico, entendido como la posibilidad de mantener una idea positiva sobre nosotros mismos. La sensación de repugnancia, por tanto, preserva los límites humanos y nos protege de sentir baja autoestima.
En el ámbito individual, sentimos rechazo por alguien cuando su conducta implica una falta de respeto y/o atenta contra nuestra dignidad. El asco es el guardián que mantiene fuera todo lo inaceptable, impidiendo la identificación con otro individuo, cuando sus actos trasgreden la ética.
En el ámbito grupal, sentimos rechazo cuando ciertas personas atentan contra los valores compartidos, mediante actos que impiden la adquisición de un sano sentido de pertenencia. La corrupción política, por ejemplo, genera aversión a todo el sistema y produce repulsa e indignación, porque amenaza la idea valiosa que nos representa a todos.
El ser humano se construye mediante los mecanismos de imitación e identificación y el asco impide que se incorporen al auto-concepto elementos que des-dignifiquen y dificulten la construcción de una sana identidad. Cuando observamos conductas inaceptables la emoción de asco se activa, para protegernos
 MIEDO


miedo



 El miedo es una emoción básica que motiva conductas de protección, tanto para la supervivencia física como para la psicológica. En el primer caso, su objetivo principal es preservar la vida, por lo que se activa ante la percepción de un peligro para el organismo. Frente a cualquier amenaza, existen con cuatro tipos de respuestas diferentes; evitación, inmovilización, ataque y huida.

El miedo es considerada una emoción primaria, porque no precisa de aprendizaje y se puede observar en los seres vivos desde el nacimiento, a través de sus reacciones de sobresalto ante determinados estímulos.

La función psicológica de miedo, reside en evitar un daño personal que lesione la identidad y la autoestima, y señala la necesidad de poner un límite, tanto a los actos ajenos como a los propios.

En relación con el deseo, el temor funciona como señal anticipadora, que permite procesar la información más a fondo antes de tirarnos a la piscina. La psicología ha descrito dos tipos de personas, que no han conseguido mantener un buen diálogo con sus miedos, y tienden a utilizar siempre la misma estrategia de afrontamiento; la personalidad fóbica; que se queda paralizada, y la contra-fóbica, que se lanza sin pensar.
La capacidad para soportar y gestionar el miedo está en función de los primeros aprendizajes. Las personas que estuvieron expuestas a elementos estresantes durante mucho tiempo, por ejemplo, suelen desarrollar ansiedad, definida como una hiper-sensibilidad a cualquier estímulo amenazante, presentando mayor nerviosismo e hipe-vigilancia. Este fenómeno se demostró en experimentos de psicología con animales, a los que se les sometía a situaciones de estrés, sin aviso ni posibilidad de escapar, donde se pudo comprobar las consecuencias negativas para su salud.
FISIOLOGÍA DEL MIEDO
Esta emoción produce una activación en el organismo que afecta a:
A) Sistema nervioso autónomo:
  • Aumento de la frecuencia cardíaca
  • Aumento de la presión arterial (sistólica y diastólica)
  • Mayor conductancia en al piel
  • Hipoalgésia; liberación de péptidos de tipo opiáceo que bloquean la sensación de dolor en el organismo para facilitar el avance en caso de heridas
  • Vasoconstricción periférica que produce disminución de la temperatura, sobre todo en las extremidades, dedos y cara (la típica expresión de palidez)
  • También se observa sudoración, sequedad de boca, dilatación de las pupilas piloerección pudiendo llegar a producirse micción y excreción.
B) Sistema nervioso somático:
  • Aumento de la tensión muscular
  • Incremento de la frecuencia respiratoria (respiración superficial e irregular)
PROBLEMAS PSICOLÓGICOS RELACIONADOS CON EL MIEDO
Algunos de los problemas relacionados con el miedo son:
  • Estrés postraumático
  • Fobia social
  • Ansiedad
  • Estrés
  • TOC
  • Ataques de pánico
ALEGRIA


alegría


 La alegría es una emoción de las denominadas positivas, por su capacidad para producir conductas de aproximación. Este sentimiento surge ante la idea de que todo esta bien, e invita a la celebración, al deseo de compartir con lo demás, estableciendo nexos de unión entre las personas para satisfacer las necesidades de afecto y pertenencia.
En psicología, se ha relacionado la alegría con personas extrovertidas y se ha demostrado su efecto positivo en la facilitación para evocar recuerdos agradables e incrementar la flexibilidad mental y la creatividad.
En su sentido más profundo, el sentimiento de felicidad surge ante la idea de estar de acuerdo con la vida que uno lleva y con la certeza de tener las capacidades suficientes para conquistan los sueños y resolver los problemas que surgen en el camino. En este caso, la alegría cursa con sentimientos de buena autoestima y fuerte identidad.

 TRISTEZA
 triste
 La tristeza es un sentimiento que coge todo el ser, provocando la caída del estado de ánimo, Y una sensación de pesar que se experimenta en el cuerpo, que se hace lento, y en la mente, que se llena de pensamientos oscuros.
Las funciones de la tristeza son facilitar la introspección y el recogimiento, reduciendo los estímulos del ambiente, facilitando la retirada a instancias internas donde restaurar el ser, reduciendo la atención focalizada en el entorno para centrarla sobre uno mismo.
La tristeza puede sobrevenir tras haber sufrido alguna pérdida personal (amor, trabajo, estatus, sueños…) en cuyo caso puede que forme parte de una de las fases del duelo por las que las personas atravesamos en estos casos.
Quizás la tristeza esté provocada por la caída de un ideal, que manteníamos,  sobre otra persona, o incluso sobre nosotros mismos.
La tristeza, en ocasiones, cursa con sentimientos de soledad, otras veces, tras una decepción, la tristeza nos transporta a un lugar de nuestro pasado donde las cosas iban mejor y se transforma en nostalgia.
Uno de los recursos más eficaces de los que dispone nuestro organismo para aliviar la tristeza es el llanto. Otro es la ira. La tristeza disimula con frecuencia una gran indignación y un gran enfado. A muchas personas que les cuesta la emoción del enfado se van con frecuencia a la tristeza, y cuando se permiten enfadarse la tristeza se va transformando.
Hay personas que sienten la tristeza como una parte de su identidad personal, como en el caso de aquellos que se criaron con un adulto que solía vivir en espíritu de tristeza. Son tristezas lejanas, familiares, que nos hacen sufrir porque no las entendemos, como cuando por protección se nos ocultaron los hechos que las desencadenaron. En estos casos la tristeza es parte de un legado en el que fuimos inscritos por identificación.
 CULPA

la culpa

 Los sentimientos de culpa son viejos compañeros de la raza humana. Para entender qué es la culpa, podemos situarnos en varios niveles lógicos de lectura. Si tomamos como unidad de observación al individuo aislado, esto nos obliga a dar una descripción intra -psíquica del asunto. En este sentido Sigmund Freud dio una interesante definición. Los sentimientos de culpa , dijo, emergen por la distancia entre el superyó y las pulsiones. En términos sencillos; entre lo que deseamos y lo que nos prohíbe la norma social que hemos interiorizado durante el proceso de aculturación. Esta idea, totalmente cierta, explica las duras guerras internas que muchas personas mantienen consigo mismas. Pero si abrimos un poco el objetivo, vemos que la culpa también es una forma de vinculación entre dos o más personas, a veces, todo un estilo de relación.
Desde esta óptica, la angustia de culpa se produce por dos motivos; cuando los deseos propios distan demasiado de los ajenos, y cuando alguien cometió un error. En el primer caso estamos frente a una problemática simple pero compleja, fundamentada en una dura realidad; que en muchas situaciones es imposible satisfacer las necesidades propias y las ajenas al mismo tiempo. Por ese motivo se suele inferir que la otra cara de la moneda de la culpa es el enfado. Los sentimientos de culpa cursan con sentimientos de rabia (más o menos conscientes) y construyen relaciones de conflicto, a veces encubierto, como cuando se expresa la hostilidad con el látigo de la indiferencia, otras veces explícitos, como cuando el campo de batalla es muy visible y la culpa el arma arrojadiza que va pasando, como una patata caliente, desde los unos a los otros. En resumen, cuando los acontecimientos no coinciden con los deseo o alguien no hizo lo correcto empieza la rueda;  “tu deberías haber hecho esto o o deberías haber hecho aquello”
Los conflictos anudados por la culpa siempre cursan con una confluencia; una falta de diferenciación entre dos identidades; una mala gestión de los límites que fabrica una guerra, donde existe una necesidad de distanciamiento a la par que un deseo de reconocimiento. La culpa, entonces, es el mecanismo que impide la separación entre dos personas que, por el momento, no encuentran una forma mas amorosa de vincularse. Pero aclaremos que cuando decimos “separación” nos estamos refiriendo a la capacidad de tomar la distancia necesaria para permitir que la relación puede re-definirse en otra dirección, de manera que el vínculo encuentre otras vías más creativas, más íntimas, más satisfactorias de proyectarse en el futuro.
Si ahora nos colocamos en otro orden lógico, vemos que la culpan también sirve para congelar el tiempo. Pero, ¿Cómo funciona esto? Es fácil. Sólo hay que saber que los sentimientos de culpa también se relacionan con el sentimiento de deuda, y que estos dificultan la posibilidad de decir “No” Podemos ver cómo funciona este fenómeno si lo relacionamos con dos modelos educativos, o mejor dicho, con dos modelos parentales: el modelo autoritario y modelo “amoroso” En el primer caso el mensaje es muy claro “Yo soy el que mando y tu te sometes” Esta es, desde luego, una buena estrategia, aunque costosa desde el punto de vista de que obliga al que ostenta el poder a mantener un control sobre el subordinado, y además, está mal vista. El estilo “amoroso”, sin embargo, no precisa tanto gasto, ni violencia, ni represión. No hace falta. La culpa es el elemento que impide la rebelión. “¿Cómo vas a irte?” “¿Cómo no vas a pasar estas vacaciones con nosotros?” Y entonces el otro piensa “es cierto, no puedo negarles nada, no puedo alejarme…les debo tanto…se sacrificaron tanto… Soy un egoísta por solo pensarlo. Da igual. Otro verano en la playa con mis padres” Estas reflexiones nos llevan a otra definición; La culpa es el mecanismo homeostático que impide un cambio en el sistema, en este caso, una crisis familiar con motivo del proceso de individuación del hijo.
Ahora bien, si abrimos un poco más el zoom descubrimos que la culpa también es una estrategia de alienación social. Sembrar la culpa representa una magnífica forma de manipulación. Pero cuidado. Esto hay que hacerlo con cabeza, para que no se note que queremos obligar al otro a realizar los comportamientos que nos interesan. No. Con la culpa no hace falta recurrir a la represión ni al castigo. ¿Para qué? La culpa es una forma de invertir el asunto, de ofrecerle al otro la posibilidad de que se fustigue con su propio látigo. Existen dos vías básicas para conseguir esto; una es apelando a la responsabilidad y consiste, por ejemplo, en decir al empleado que es libre en la flexibilidad de horario, mientras le llenamos la mesa de trabajo. Otra, es construir un paradoja para que el individuo vea limitado su deseo. ¿Cómo se hace esto?. Es sencillo, se le puede pedir algo imposible para fabricar una parálisis, por ejemplo, se le prescribe un mandamiento como: “ no consentirás pensamientos ni deseos impuros” Entonces, cuando coincida con la mujer del vecino en el ascensor y su respiración se corte y su corazón se acelere, pesará lo débil que es, y lo culpable que se siente por no ser capaz de contener su propio cuerpo.
En resumen, enseñar a las personas a culpabilizarse es una forma barata y pacífica de mantener nuestro poder. Ah, se me olvidaba, para no parecer tan negativo quiero dar otra definición más. La quiero llamar la definición ingenua de la culpa y consiste en considerarla como el sentimiento que regula los malos actos, para preservarnos de caer en una baja auto-estima como consecuencia de trasgredir el código ético que triangula los vínculos entre las personas. Aunque en este sentido no sé si funciona muy bien, porque, como dijo una vez la maestra Norma Mollot “los verdaderos culpables, en realidad, nunca sienten culpa.
VERGUENZA
 qué es la vergüenza
vergüenza es un sentimiento que surge de una evaluación negativa del yo, y cursa con la idea de ser inadecuado/a y el deseo de ocultarse, volverse invisible y desaparecer
Esta emoción está incluida en la clasificación de las denominadas secundarias, debido a su aparición tardía en el desarrollo evolutivo del niño (a partir de los dos años) coincidiendo con su primera conciencia de auto-representación como individuo, y es uno de los rasgos que definen el trastorno de personalidad por evitación.
El desencadenante de la vergüenza suele ser un juicio negativo que puede provenir tanto de la propia persona como de una actitud externa
TIPOS DE VERGÜENZA Y SUS CAUSAS
Vergüenza moral
Este sentimiento es adaptativo cuando hemos cometido una acción que trasgrede nuestros sistemas éticos y ayuda a corregir nuestras conductas y mejorar como personas. En estos casos la vergüenza suele ser moderada en intensidad y corta en el tiempo. Un ejemplo de este tipo de vergüenza puede ser el bochorno que expresa una alumna/o tras ser pillado copiando en un examen, y la denominamos moral en el sentido de que nos protege de realizar conductas inconvenientes. Pero existen otros sentimientos de vergüenza que aparece sin haber hecho nada
Vergüenza heredada
Viene transmitida por el grupo de pertenencia en el que estamos inscritos (pandilla, familia, colectivo profesional) fundamentalmente por dos motivos; a) la transgresión de alguno de los miembros, por ejemplo, robo, violación, asesinato…y b) debido a algún particularismo grupal socialmente connotado en negativo, por ejemplo, ser judío durante ´el periodo nazi.
Vergüenza Identificativa
Surge debido a la dificultad para integrar alguna figura de referencia dentro del grupo de pertenencia. Un padre alcohólico, por ejemplo, puede ser una figura con la que los hijos no pueden identificarse. Es lo que se conoce como sentir vergüenza ajena. 
Vergüenza de auto-concepto
Aparece cuando la persona descubre un rasgo poco deseable en su personalidad que marca demasiada distancia entre lo que la persona es y lo que pensaba que era. Empleando el lenguaje psicoanalítico; entre su yo real y su yo ideal. Sucede cuando alguien se sorprende pensando o sintiendo algo que él considera inadecuado o que la sociedad considera inadecuado, por ejemplo sentir atracción por personas del mismo sexo en un contexto represivo, o tras haber vivido un fracaso donde se habían colocado grandes expectativas personales.
PSICOTERAPIA
El sentimiento de vergüenza puede ser leve, moderado o intenso, pero siempre señala una dificultad para integrar los elementos necesarios que permiten la construcción de una representación digna y valiosa de quiénes somos.
Cuando sentimos vergüenza y no sabemos muy bien el por qué; una vergüenza que nos viene como inscrita en los genes, sin que hayamos hecho algo verdaderamente vergonzoso, podría ser interesante realizar una pequeña terapia para descubrir las causas.
Los sentimientos de vergüenza, si son intensos y no se corrigen con el tiempo, pueden derivar en aislamiento, alcoholismo, sensación de baja autoestima, o  incluso provocar una fobia social.



¿QUÉ ES LO QUE NOS PRODUCE EL MIEDO A NIVEL FISIOLÓGICO?


Cuando estamos presentes a un estímulo que nos provoca miedo o temor, nuestro cuerpo reacciona de manera que estemos a punto para cualquier reacción de lucha o huida que sea preciso a fin de protegernos, ya que nuestro impulso más básico es el de la supervivencia.

Algunas causas de que par que se active el miedo son: 
  1. El lóbulo frontal de la corteza cerebral por la acción del hipotálamo activa la glándula suprarrenal.
  2. La glándula suprarrenal descarga adrenalina.
  3. Las pupilas se dilatan.
  4. EL tórax se ensancha.
  5. El corazón se dilata, aumenta la provisión de sangre.
  6. Se produce un aumento de tensión arterial.
  7. Los músculos se contraen.
  8. El hígado libera glucosa, el combustible de los músculos.
  9. La piel palidece.
  10. Los bronquios se dilatan para aumentar el volumen de oxígeno.
  11. En casos extremos la vejiga urinario se vaciará.


 INTELIGENCIA EMOCIONAL



Del latín intelligentĭa, la noción de inteligencia está vinculada a la capacidad para escoger las mejores opciones en la búsqueda de una solución. Es posible distinguir entre diversos tipos de inteligencia, según las habilidades que entran en juego. En cualquier caso, la inteligencia aparece relacionada con la capacidad de entender y elaborar información para usarla de manera adecuada.

Inteligencia emocional

Emocional, por otra parte, es aquello perteneciente o relativo a la emoción (un fenómeno psico-fisiológico que supone una adaptación a los cambios registrados de las demandas ambientales). Lo emocional también es lo emotivo (sensible a las emociones).
El concepto de inteligencia emocional fue popularizado por el psicólogo estadounidense Daniel Coleman y hace referencia a la capacidad para reconocer los sentimientos propios y ajenos. La persona, por lo tanto, es inteligente (hábil) para el manejo de los sentimientos.
Para Coleman, la inteligencia emocional implica cinco capacidades básicas: descubrir las emociones y sentimientos propios, reconocerlos, manejarlos, crear una motivación propia y gestionar las relaciones personales.
La inteligencia emocional tiene una base física en el tronco encefálico, encargado de regular las funciones vitales básicas. El ser humano dispone de un centro emocional conocido como neocórtex, cuyo desarrollo es incluso anterior a lo que conocemos como cerebro racional.
La amígdala cerebral y el hipocampo también resultan vitales en todos los procesos vinculados a la inteligencia emocional. La amígdala, por ejemplo, segrega noradrenalina que estimula los sentidos.
Es importante dejar patente que aquella persona que cuente con importantes niveles de inteligencia emocional es un individuo que gracias a la misma consigue los siguientes objetivos en su relación con los demás:
• Que quienes le rodean se sientan a gusto con él.
• Que al estar a su lado no experimenten ningún tipo de sensación negativa.
• Que confíen en él cuando necesiten algún consejo tanto a nivel personal como profesional.
Pero no sólo eso. Alguien que dispone de inteligencia emocional es quien:
• Es capaz de reconocer y de manejar todo lo que pueden ser las emociones de tipo negativo que experimente.
• Tiene mayor capacidad de relación con los demás, porque cuenta con la ventaja de que consigue entenderlos al ponerse en sus posiciones.
• Logra utilizar las críticas como algo positivo, ya que las analiza y aprende de ellas.
• Es alguien que precisamente por tener esa inteligencia emocional y saber encauzar convenientemente las emociones negativas, tiene mayor capacidad para ser feliz.
• Cuenta con las cualidades necesarias para hacer frente a las adversidades y contratiempos, para no venirse abajo.
Por los importantes beneficios y ventajas que tiene cualquier persona que dispone de inteligencia emocional, muchos son los estudios que se han llevado a cabo hasta el momento. Algunos de ellos vienen a dejar patente que entre las señas de identidad que más identifican a quienes la poseen, se encuentran las siguientes:
• Huyen de la monotonía, intentan en todo momento buscar alternativas para tener una vida más plena y feliz.
• Son firmes cuando así se requiere.
• Siempre miran hacia adelante a la hora de seguir viviendo.
• Les encanta estar aprendiendo continuamente.
A diferencia de lo que ocurre con el cociente intelectual no existe un estudio que permite medir la capacidad o el grado de inteligencia personal de un sujeto. En este sentido, la apreciación de esta habilidad es más bien subjetiva.



La inteligencia emocional es la capacidad para identificar, entender y manejar las emociones correctamente, de un modo que facilite las relaciones con los demás, la consecución de metas y objetivos, el manejo del estrés o la superación de obstáculos.
Ante cualquier acontecimiento que suceda en tu vida, las emociones, tanto positivas como negativas, van a estar ahí, y pueden servirte de ayuda y hacerte feliz o hundirte en el dolor más absoluto, según cómo sea tu capacidad para manejarlas.

Las personas con una alta inteligencia emocional no necesariamente tienen menos emociones negativas, sino que, cuando aparecen, saben manejarlas mejor. Tienen también una mayor capacidad para identificarlas y saber qué es lo que están sintiendo exactamente y también una alta capacidad para identificar qué sienten los demás. Al identificar y entender mejor las emociones, son capaces de utilizarlas para relacionarse mejor con los demás (empatía), tener más éxito en su trabajo y llevar vidas más satisfactorias.

Características de las personas con una inteligencia emocional alta

- Identificar las propias emociones. Son capaces de identificar sus emociones y saber lo que están sintiendo en cada momento y porqué, y darse cuenta de cómo influyen en su comportamiento y en su pensamiento.
- Manejo de las emociones. Son capaces de controlar sus impulsos, no se dejan llevar fácilmente por estallidos emocionales, saben calmarse a sí mismos cuando sus emociones son especialmente negativas e intensas y saben adaptarse a las circunstancias cambiantes.

- Identificar las emociones de los demás. Tienen una alta capacidad para entender las emociones, necesidades y preocupaciones de los demás, saben ponerse en el lugar del otro y entender puntos de vista diferentes a los propios. Tienen una alta capacidad para reconocer la dinámica de un grupo, para relacionarse con los demás, pues saben cómo se sienten y pueden actuar en base a ello del mejor modo posible.

Por este motivo, los demás se encuentran a gusto a su lado, pues se sienten comprendidos y respetados. Tienen también una alta capacidad para mantener buenas relaciones, influir en los demás, comunicarse con claridad, manejar conflictos y trabajar en equipo. Así pues, es frecuente que tengan también una alta inteligencia social.

La importancia de la inteligencia emocional

Las personas con más éxito en sus vidas son aquellas con una inteligencia emocional más alta, no necesariamente las que tienen un CI más alto. Esto es debido a que las emociones, cuando no se manejan correctamente, pueden acabar destrozando la vida de una persona, impedirle tener relaciones satisfactorias, limitar su progreso en el trabajo, etc. En general, la inteligencia emocional:
- Ayuda a triunfar en todas aquellas áreas de la vida que implican relacionarse con los demás y favorece el mantenimiento de relaciones más satisfactorias.
- Ayuda a mantener una mejor salud al ser capaces de manejar mejor el estrés y las emociones negativas como ansiedad, sin dejar que les afecten el exceso o durante demasiado tiempo. El estrés no manejado correctamente puede repercutir negativamente en la salud mental, haciendo que seas más vulnerable a los trastornos de ansiedad y depresión.
Además, la persona que no maneja bien sus emociones tiene muchos más altibajos emocionales y cambios de humor que perjudican sus relaciones y su funcionamiento.
- Ayuda a relacionarse mejor con los demás. Las personas con una alta inteligencia emocional son más capaces de expresar lo que sienten a los demás y entender lo que sienten los otros. Esto les permite comunicarse de manera más efectiva y crear relaciones más profundas, tanto en la vida personal como profesional.

MAPA MENTAL DE LAS EMOCIONES
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IDEAS PRINCIPALES DEL VIDEO


La inteligencia emocional nos ayuda a reconocer y diferenciar nuestras distintas emociones adaptando nos a nuestro entorno.
Las habilidades sociales son comportamientos y creencias que yo demuestro en un entorno social.
Tenemos tres tipos diferentes, el primero es el pasivo, ponen a las personas primero que ellos mismos, les cuesta mucho decir que no y tienen buena crítica socialmente. La segunda es la agresiva, son los que están por delante de los demás, se expresan sin importarles las otras personas y dan opiniones cuando no se les ha pedido. Por último esta el tipo asertivo, son las que tiran la piedra y esconden la mano, son peores que los agresivos, ya que todos tenemos el derecho de cambiar la forma de pensar y expresarnos, tener una mejor autoestima para así resolver los problemas que enfrentamos.


COLLAGE DE EMOCIONES

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