sábado, 15 de julio de 2017

COMPARTIR O COMPETIR
LIZBETH RAMIREZ MUÑOZ





Podría parecer que los términos compartir y competir fueran excluyentes el uno del otro, pero la realidad nos demuestra que esto no es así.
Saber competir es parte de nuestra vida diaria, es necesario en la sociedad actual, incluso competir se vuelve algo que las personas desean hacer siempre. El competir se encuentra en muchos lados hay personas que viven compitiendo en su trabajo o bien por se el mejor.
Ejemplo: en muchas empresas lo que mas importa es la competitividad, los trabajadores que quieren ser mejores cada día y superar a los demás, todos los día hay una competencia no importa de que clase sea.



Compartir, en cambio, también puede tener una vertiente negativa.
Compartir puede llegar a provocar actitudes de dejarse llevar, de falta de iniciativa, de falta de actitud creativa y, incluso, puede llevarnos a la pasividad, limitando el propio crecimiento personal y, a veces, nos puede llevar a delegar la responsabilidad personal en el grupo.
Ejemplo: compartir es algo que puedes hacer pero todo tiene un limite, no hay que dejarse llevar por los sentimientos que te causa no compartir con alguien, tienes que poner un alto.


Compartir supone partir de un grado de autonomía previamente saber detectar necesidades y qué hacer para solucionarlas.
Compartir significa trabajo en equipo, asumir la responsabilidad. Aprender a compartir es saber ser autónomo pero no independiente, sino interdependiente.
Ejemplo: compartir es bueno, te ayudas a ti mismo y ayudas a otras personas, también se pueden conocer mejor y conocer como trabajan, obteniendo un buen trabajo en equipo.



En el ámbito de las organizaciones, son frecuentes las negociaciones.
La máxima en la teoría de la negociación, según las principales escuelas de negocio, es que la opción «ganas tú-gano yo» es mucho mejor que “gano solo yo”.
Ejemplo: en el significado de compartir siempre tiene que ser todo por igual, todos ganan o todos pierden. Nunca habrá en el equipo una excepción, y si la hay eso ocasionara problemas entre lo integrantes del equipo.


Las dos características que definen nuestro entorno económico actual son la incertidumbre y la complejidad.
Son como dos virus que nos paralizan.
Para conseguir organizaciones más adaptables al entorno y más inteligentes, capaces de superar la incertidumbre y la complejidad, es necesario desarrollar organizaciones más creativas, que puedan desarrollar un pensamiento no convencional o lateral, con más capacidad de interesarse por lo que pasa a su alrededor y a las nuevas tendencias.
Ejemplo: para nuestro entorno de trabajo debemos tener en cuenta la creatividad y el orden, debemos dejar atrás la incertidumbre y la complejidad eso afectaría mucho el entorno de nuestra empresa.


Muchas veces, el liderazgo
marca de forma importante el modelo de comportamiento de una organización.
Cuando hablamos de liderazgo pensamos siempre en una persona que tiene muy claras las cosas y marca el camino al resto. Estos líderes difícilmente se encuentran y, en cambio, en un entorno tan complejo hay que pensar en liderazgos compartidos: personas con capacidad de influencia dentro de la organización y que, de forma compartida.
Ejemplo: para un mejor trabajo debemos de tener lideres personas que siempre no animen, que nos de la iniciativa del trabajo, que nos lleve al éxito, y no necesariamente puede ser una persona sino varias, que estén hay para hacer que los miembros de equipo sean motivados




¿Por qué el liderazgo compartido?
Una sola persona no es suficiente para iluminar el entorno del equipo, todos tienen diferentes capacidades y pueden aportar para un bien común. La suma de estas habilidades y capacidades que están en diferentes personas, si las saben compartir, permiten desarrollar un enfoque más adaptado al entorno y mejorar la capacidad de competir.
Ejemplo: todos los miembros del equipo tienen capacidades distintas que pueden hacer de ellos mejores, todos deben tener liderazgo, así podrán trabajar de forma equitativa y sin ningún problema.



Según mi experiencia, para lograr esta armonía en una organización, hay seis aspectos que hay que potenciar:
Aprender y enseñar a vivir la vida con energía y entusiasmo.
Potenciar un buen clima relacional.
Educar en la buena gestión del tiempo.
Desarrollar la visión positiva.
Propiciar el trabajo cooperativo. 
Hacer que los individuos busquen tiempo para pensar.
Fomentar el sentido del humor.
Ejemplo: desarrollar un ambiente positivo es fundamental para el equipo, todos debemos llevarnos bien, formando un entorno donde nos sintamos aceptado y que nuestras ideas importen.


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