domingo, 16 de julio de 2017

COMPETIR O COMPARTIR





Podría parecer que los términos compartir y competir fueran excluyentes el uno del otro, pero la realidad nos demuestra que esto no es así.

Competir es algo innato que se presenta en la mayoría de las personas, ya que desde pequeños venimos compitiendo con nuestros hermanos, en el colegio, en el deporte y en un mundo profesional.
  Para ser competitivos debemos tener una excelente disciplina, debe desarrollar capacidades con  la persistencia, la paciencia, u otras capacidades necesarias.

Compartir, en cambio, también puede tener una vertiente negativa

Si nos excedemos cuando vamos a compartir puede que nos cause algún tipo de daño como el crecimiento personal o puede que nos lleve a delegar  la responsabilidad en el grupo.
Cuando nos acostumbramos a compartir con alguna persona puede que sea malo, ya que puede que esa persona se canse y se aleje de nosotras cosa que puede que no queríamos.


Compartir supone partir de un grado de autonomía previamente saber detectar necesidades y qué hacer para solucionarlas.

Se compara el compartir y el competir.
Uno parte de ver a una persona como algo bueno y el otro como un enemigo.
El compartir saberse autónomo pero no independiente, sino interdependiente.
El competir es absolutamente necesario en el mundo en que vivimos, pero probablemente es más eficiente competir sabiendo compartir.

En el ámbito de las organizaciones, son frecuentes las negociaciones.


Es importante tener en cuenta que ganar algo en solitario no tiene el mismo valor que ganarlo en equipo.
Tienes 2 dulces y quieres comer otra cosa, tú negocias y si a la persona le gusta, ganan los dos.


Las dos características que definen nuestro entorno económico actual son la incertidumbre y la complejidad.
                       Son como dos virus que nos paralizan


Para poder avanzar en este entorno debemos utilizar dos tipos de antivirus. Contra la incertidumbre hay que aplicar la capacidad de adaptación y, para poder afrontar la complejidad, es necesario aplicar una forma de trabajo más
inteligente.
Tener personas capaces de adaptarse y se creativas llevará a que las empresas sean algo más atractivo y productivo.

Muchas veces, el liderazgo marca de forma importante el modelo de comportamiento de una organización.

Liderazgo es una persona visionaria, que tiene clara sus ideas y objetivos; que le marca el camino al resto de personas, por lo tanto es un poco complicado encontrar esta clase de líderes.


¿Por qué el liderazgo compartido?


Porque tan solo una persona no es suficiente para poder hacer que el equipo alga delante, se necesita trabajo en equipo y así más fácil pueden desarrollar un excelente trabajo teniendo en cuenta que cada personas tiene sus habilidades propias y su suman todas estas capacidades pueden lograr grandes cosas en la vida.


Según mi experiencia, para lograr esta armonía en una organización, hay seis aspectos que hay que potenciar.

Aprender y enseñar a vivir la vida con energía y entusiasmo.
Potenciar un buen clima relacional.
Educar en la buena gestión del tiempo. Hay un tiempo para cada cosa: para el trabajo, para la broma, para la familia, para el ocio, etc.
Desarrollar la visión positiva y la resiliencia.
Propiciar el trabajo cooperativo e interdisciplinar.
Hacer que los individuos busquen tiempo para pensar.
Fomentar el sentido del humor.

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